ENCUENTROS CORAZONISTAS

ANTIGUAS ALUMNAS DEL COLEGIO NUESTRA SEÑORA DE COVADONGA,
DE FIGAREDO (ASTURIAS)

Al acabar el curso 1977-78, por motivos diversos, había cerrado sus puertas definitivamente el Colegio Ntra. Sra. de Covadonga, de Figaredo, y, por tanto, se habían retirado del mismo las Hermanas Corazonistas. Muchas Hermanas habían pasado por este Colegio desde su fundación en 1942. Y resulta admirable y sorprendente que, pasados unos cuantos años, en 1997 y 1998, un numeroso grupo de señoras, todas ellas antiguas alumnas de este Colegio, por propia iniciativa, organizaran y llevaran a cabo un encuentro de Antiguas Alumnas del Colegio.

La respuesta fue muy positiva: más de cien jóvenes y señoras se reunían por primera vez para recordar, a modo de homenaje, a su Colegio, a las Hermanas que habían sido sus formadoras en sus tiempos colegiales. Compartían la Eucaristía en la parroquia de Figaredo; aafigaredo-3a su vera había estado el Colegio de Covadonga, hoy derruido, por donde habían pasado varias generaciones de niñas, adolescentes y jóvenes; todas recordaban con enorme cariño y gratitud a sus religiosas corazonistas. Cada año iban invitando a las Hermanas a unirse a su celebración. Y, efectivamente, siempre ha habido varias Hermanas acompañando a las Antiguas Alumnas en estos encuentros anuales.

Y fueron pasando los Encuentros de Antiguas Alumnas uno tras otro, año tras año, aunque ya no podían reunirse tantas como quisieran: unas por motivos de salud, o por cuidar a los nietos, o porque habían partido ya a la Casa del Padre. Y así hasta llegar este año 2017 en que han celebrado su XX Encuentro de Antiguas Alumnas. El día 25 de febrero, unas 60 señoras, acompañadas de cinco Hermanas: Juanita, Marisa, Florentina, Elena y Dolores, algunas también antiguas alumnas del Colegio, compartían fraternalmente la Eucaristía a las 13 h., celebrada por D. Gonzalo, párroco de Figaredo.

Seguidamente, compartían también la comida fraterna, en un ambiente festivo y gozoso, con sus brindis y obsequios mutuos. Lo más admirable: ¡con qué cariño recuerdan a las Hermanas! Van citando los nombres de todas, sin faltar ninguna; a todas las tenían presentes. Tampoco es posible nombrar a todas las participantes, pero un poco el alma de todo esto son las señoras Alsira, Tere, Gelinos, María del Mar, Maite …

Recordamos las palabras que, leía Alsira al comienzo de la Eucaristía: La memoria es el mejor de los jardines. Allí dentro, en la primavera, verano, otoño e invierno, están latentes las semillas del pasado, listas para florecer de inmediato en el mismo momento en que la mente quiere darles vida. ¿Nos hemos parado a contar las hojas que tiene un árbol? ¿Nos hemos parado a pensar que ya han pasado “20 años” de nuestros Encuentros? Queremos que nuestro árbol sea de hoja perenne, puesto que la hoja que cae ya no vuelve al árbol; pero, si cae, estoy segura de que, al volver a la tierra, continuará nutriendo el árbol porque las hojas forman parte de él.

aafigaredo-1Sigamos mirando hacia adelante con nuestros Encuentros tan entrañables, que nuestro árbol se siga nutriendo con nuestra presencia.

Escuchad: Quiero deciros algo, quiero que demos las gracias a nuestros sueños, a todos ellos, aunque no se cumplieran todavía, aunque fueran cortos o se acabaran en la mejor parte. Gracias a nuestros sueños, hemos podido hacer realidad nuestros Encuentros. Hemos sentido que nada es imposible si se hace con cariño; todos nuestros sueños nos han hecho crecer junto a las amigas y compañeras, y por eso queremos agradecer de todo corazón a las Hermanas que os enseñaron, y a toda la Congregación Corazonista, con un recuerdo muy especial a la Venerable Madre Isabel.

Las personas son como las estrellas: unas lucen por sí mismas y otras reflejan el brillo que reciben, porque la grandeza de una persona no se mide por los triunfos obtenidos sino por los fracasos superados. Nuestra Venerable Madre Isabel fue mujer sencilla y humilde, haciendo el bien a todos, dedicada al servicio de Dios y a los demás e iluminando las sombras del dolor de los que sufrían. Sus palabras se hacen semilla de vida y aroma de flor de violeta. Como ella decía:”Quiero que mis Hijas sean como las violetas y hagan el bien solo por amor a Dios”. aafigaredo-2Dios llenó su corazón con palabas sencillas y cercanas que rebosaban sabiduría, de quien se sabe en las manos de Él. De su corazón brotó el perdón, la caridad, el silencio y la oración.

Por eso ahora, las que caminamos por la vida, no pongamos límite a nuestra confianza en el Sagrado Corazón de Jesús y la Santina, y pedir en la Santa Misa por las Hermanas y Antiguas Alumnas, y familiares de todas las presentes y ausentes y, en especial, por las Hermanas fallecidas en la Congregación, y por Carlos, que tanto se unió a nuestros Encuentros con su coro y rondalla. El arte de la música es el que cerca se halla de las lágrimas y los recuerdos, porque la música existe para cuando nos fallan las palabras. Gracias, Carlos, allí donde estés. También recordamos a D. José María Figaredo, bienhechor del Colegio y recientemente fallecido. Pedimos por su eterno descanso.

Y gracias por estar aquí otro año más, porque, sin las Hermanas y vosotras, no sería posible.

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