CARISMA - ESPIRITUALIDAD

Nuestro Carisma es una experiencia del Espíritu Santo, que consiste en una real configuración con Jesucristo en el misterio de su Caridad. Este don, recibido por todas y cada una de las Hermanas, llamadas por Dios a esta Congregación, hemos de cultivarlo en creciente fidelidad, en comunión de las unas con las otras, y sintiéndonos todas corresponsables del mismo.

Esto nos exige espíritu de oración, una actitud de escucha -como María- y una actitud incondicional al Espíritu.
Entre las virtudes que más nos distinguen, se destacan: la caridad, la sencillez, la humildad y la alegría.

Nuestra Espiritualidad se centra toda ella en el misterio de Corazón de Jesús y de su Amor de Caridad, y exige una actitud permanente de docilidad activa al Espíritu Santo y a María Santísima para dejarnos configurar progresivamente con ese Divino Corazón que tanto ha amado al Padre y a sus hermanos, los hombres, y para adoptar sus mismos criterios de vida y sus mismos sentimientos, hasta revestirnos de Él mismo.

Rasgos esenciales de nuestra espiritualidad son:

  • Identificación con Jesús en el misterio de su Amor divino y humano simbolizado en su Corazón.
  • La fe en el amor personal con que Dios nos ama.
  • Sincero amor fraterno. Una caridad con las características de 1Cor 13.
  • Profunda piedad filial hacia Dios Padre y hacia la Virgen, nuestra Madre.Sencillez, austeridad de vida, pobreza, obediencia, alegría...
  • Espíritu apostólico, que se proyecta de modo preferencial en una acción educativa, colaborando con el Espíritu Santo a hacer crecer a Cristo en el corazón de los hombres.