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El día 1 de noviembre de 2017, festividad de Todos los Santos, se celebró, con gran solemnidad y alegría, el aniversario de los 25 años de la llegada de las Hermanas Corazonistas a Perú, concretamente a la localidad de Santo Tomás, en las montañas andinas, en el Departamento de Amazonas.
El 1 de noviembre de 1992, llegaban a esta localidad de Santo Tomás las cuatro primeras Hermanas: María Cobos, Inés Juarros, Pascalia Wamba y Arlene Machín. Las acompañaba la Hna. Mª del Pilar Pérez-Serrano, entonces Secretaria general, que convivió un tiempo con ellas en la Comunidad.
Ahora, 25 años después, con la presencia de las 18 Hermanas profesas que actualmente están en las cuatro Comunidades de Perú, y presente también nuestra Madre general, Haydeé Francisco, y la Hna. Mª Luisa Rodríguez, Secretaria general, junto con todo el pueblo y anexos de la parroquia de Santo Tomás, se celebró una solemne y concurrida Eucaristía de Acción de Gracias al Señor por todos los beneficios derramados a lo largo de estos 25 años sobre la Congregación y también sobre todos estos pueblos con los que las Hermanas han compartido vida y apostolado.
A las 10:30 h. salían en procesión, desde la Casa de la Comunidad, todas las Hermanas, en dirección hacia la iglesia parroquial, donde se celebraría la Eucaristía de Acción de Gracias. Las seguían todos los demás fieles participantes junto con todos los celebrantes. Pero mejor transcribimos, casi literalmente, parte de la crónica emitida por Radio Horizonte, de Chachapoyas, capital del Departamento de Amazonas, que contaba así la celebración:
Misa de acción de gracias por 25 años de Hermanas Corazonistas en la Comunidad de Santo Tomás. La presencia de dos Obispos: Monseñor Emiliano Antonio Cisneros Martínez, quien presidió la Eucaristía, y Monseñor Ángel Francisco Piorno, quien vino desde Chimbote para acompañar la celebración de 25 años de presencia de las Hermanas Corazonistas, dio mayor realce a la ceremonia. La Misa también contó con la presencia de varios sacerdotes: ocho de la Diócesis de Chachapoyas, dos venidos de la Diócesis de Cajamarca, un sacerdote de Lima y uno venido desde España.
El templo estaba repleto de fieles, en especial de la Parroquia de Santo Tomás; pero también hubo presencia de muchos más venidos de otras Parroquias de nuestra Diócesis y de otras jurisdicciones de nuestro país. La presencia de las comunidades religiosas fue representativa; sin embargo, la presencia de la comunidad corazonista fue numerosa, resaltando el gran número de Hermanas jóvenes, lo que indica que es una Congregación floreciente en vocaciones. La Comunidad de Santo Tomás, Hermanas Emilia, Puri, María y Susana, las tres Comunidades venidas desde Lima donde trabajan y las que llegaron desde España, entre ellas la Madre general.
La celebración comenzó con una procesión que salía desde la casa de las Hermanas que, acompañados de banda de músicos, avanzamos hasta el templo. Las Hermanas religiosas abrieron la procesión seguido de los pre seminaristas, sacerdotes, los dos obispos y la compañía de una multitud de fieles, distinguidos por distintos grupos con sus pancartas alusivas, entre ellos, catequistas, alumnos. Fuimos pasando así por las dos calles y entrando por el atrio del templo llenos de alegría y solemnidad, quizá nunca antes vista en la comunidad parroquial.
En la Iglesia el coro de la Hermana Susana inició con el canto de entrada y se mantuvo con elegancia durante toda la Misa; los cantos, así como el salmo cantado por una Hermana de la Congregación, dieron un emotivo y profundo tono de solemnidad; pero esto llegó a su punto más elevado cuando las Hermanas angoleñas danzaron una danza típica de su país, algo muy propio de la liturgia africana, caracterizada por ser muy alegre en este país.
Otro momento emotivo fue el rito de las ofrendas donde se presentaron distintos signos: se presentó el año 25 que indicaba el tiempo de su presencia en Santo Tomás, las banderas de cada país de las Hermanas, llevadas por ellas mismas: Perú, España, Angola, Venezuela y Chile; otros signos representaban las distintas tareas pastorales que realizan las Hermanas con catequistas, enfermos, colegios y niños abandonados.
Monseñor Emiliano comenzó la homilía haciendo referencia a la festividad del día indicándonos el llamado de Dios a la santidad, ya que se celebraba el día de Todos los Santos; así mismo, hizo remembranza del trabajo de las Hermanas religiosas a lo largo de los 25 años, indicando las muchas obras realizadas en el campo social y pastoral, involucrándose en la salud, educación, humano y espiritual todo esto desde el compromiso de su servicio a Jesús, y destacando la importancia de la Madre fundadora que también tuvo raíces peruanas. Monseñor Ángel Francisco, quien trajo a las religiosas, recordó algunas anécdotas simpáticas de cómo llegaron las Hermanas y cómo fueron sus primeros días en Santo Tomas. Lo que generó muchas risas en la comunidad participante.
Al final la hermana Emilia Sánchez Ledo presentó a los sacerdotes y agradeció la presencia de todos. El P. Juan, Párroco de Cumba, recordó que las Hermanas estaban destinadas en un principio a Cumba, pero que por alguna razón no se llegó a concretar. El P. Pedro, quien también acompañó a las Hermanas en su llegada, dio un mensaje citando el salmo 125 “Al ir, iba llorando, llevando la semilla; al volver, vuelve cantando, trayendo sus gavillas”, con lo que daba razón de las muchas dificultades de los primeros años y los frutos que hoy se pueden ver de la semilla sembrada.
Después de la Misa todos fuimos al Coliseo, donde se hizo el brindis de honor a cargo de la hermana Puri; a su vez, los señores alcaldes de Luya y de Chachapoyas entregaron un reconocimiento a la Congregación en la persona de la Madre General.
Mientras servían el almuerzo se realizaron varios números artísticos en honor de las Hermanas. Fue un día de mucha bendición para todos, muy contentos de haber participado en este hermoso acontecimiento, y con pena se fueron despidiendo de las Hermanas y de Santo Tomás las personas que llegaron de lejos.
Damos gracias a Dios por todo, por todo, como repetía Madre Isabel. Que todo sea a mayor gloria de Dios, de su Iglesia y de la Congregación Corazonista.
Fotos encuentros con la familia