Estamos viviendo con gozo pascual este mes dedicado a María, la Madre, que nos invita a que, como lo hizo Jesús, podamos contar con ella y contarle todas nuestras cosas, que ella es la mejor intercesora.
A veces nos cuesta acercarnos un poco a la figura de María pero… ¿Qué te parece si la “adornamos” con las mejores virtudes de nuestras madres? Porque, sin duda, ella fue la mejor madre para Jesús (¡por eso la eligió Dios!) y, en la Cruz, se la entregó a Juan, su mejor amigo, como nosotros, para que se cuidasen mutuamente.
Así que te invito a que, en este mes, podamos acercarnos así a María, con flores físicas o con la flor de nuestro compromiso diario por ser un poco más como ella: sencillos, humildes, disponibles, cercanos, amigos de Jesús… ¿Te animas?